ENFERMEDADES Y CURAS
El DENGUE
Desde hace más de 200 años se han venido notificando enfermedades como la del dengue en las Américas. Hasta la década de 1960, casi todos los brotes de la enfermedad se han producido a intervalos de uno o más decenios, aunque posteriormente los espacios se han acortado. La primera epidemia de dengue clásico de las Américas documentada en laboratorios estaba relacionada con el serotipo de dengue 3 y afectó a la Cuenca del Caribe y a Venezuela en 1963-1964.
¿Por qué el único remedio es la prevención?
Porque contamos con diversos ingredientes para que ocurra una epidemia en nuestro país. En primer lugar, hay Aedes aegypti en actividad en nuestra región. Segundo: existe en nuestras fronteras, un serotipo con alta virulencia y, tercero, hubo un entrecruzamiento de serotipos, lo que sugiere la posibilidad de que se produzcan casos de dengue hemorrágico, que es el más peligroso.” Las grandes ciudades tienen altos índices de Aedes aegypti, a lo que se suma la presencia de personas que ingresan en nuestro país provenientes de zonas en las que ya se han registrado casos”. La máxima actividad del mosquito se observa durante abril y mayo, pero comienza el riesgo en enero, este año especialmente por la frecuencia de lluvias estivales que “renuevan” las acumulaciones de agua limpia estancada. Combatir al vector no es tarea fácil, por esto la necesidad de efectuar tareas de eliminación permanente de estos reservorios de agua donde nacen las larvas del mosquito. Es fundamental estar atento a los síntomas característicos de la enfermedad, semejantes a los de la gripe pero sin tos ni resfrío. El dengue hemorrágico, es el más grave, en este caso la mortalidad está relacionada con la consulta precoz. Lo importante es no interpretar al dengue como un estado gripal, no automedicarse, especialmente, no tomar aspirinas, ya que estas es un buen anticoagulante que agravan las hemorragias y fundamentalmente, consultar al medico. La gravedad de una epidemia tiene atentos a los gobiernos de la región. Por ejemplo en febrero del 2002, el gobierno brasilero decidió movilizar unidades militares aéreas y terrestres para combatir el dengue en Río de Janeiro, aseguraron que se trataba de la mayor amenaza a la salud enfrentada por Brasil en una década y por lo menos 35 personas murieron por el mal en su versión más grave, con hemorragias e insoportables dolores musculares y de cabeza, con enrojecimiento de la piel y altas temperaturas. En esta ocasión, el dengue también se expandió en otros estados, como Sao Paulo, Brasilia; Goias y Mato Grosso. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) asegura que las epidemias de dengue ocurren debido a problemas de desequilibrio ecológico y falta de infraestructura.
En el año 2002, los hospitales brasileros se vieron colmados con consultas de personas que presentaban dolencias febriles y dolores en el cuerpo, algunos de los síntomas del dengue. Los responsables de la salud, tuvieron que priorizar las emergencias y la atención de niños y mujeres embarazadas. El mosquito Aedes Aegypti se reprodujo en aguas estancadas después de copiosas lluvias que cayeron en Brasil después de una prolongada sequía. Se comprobó que más de un millón de personas se habían contagiado. La dimensión de la epidemia resulto de tal magnitud, que la red de televisión Globo, que por esos días estaba difundiendo, la que resultara uno de sus telenovelas más exitosa, El Clon, introdujo el tema del dengue en su libreto, de manera que un de los personajes se contagió de esta enfermedad y la ficción sirvió para advertir a millones de brasileros del problema que se estaba viviendo. Esta epidemia del 2002 en Brasil trajo como novedad la aparición del tipo 3 de dengue, las anteriores solo se propagaron con los tipos 1 y 2. Esto es particularmente serio, por dos razones, la primera, que los tipos de dengue están emigrando al sur y la segunda que toda vez que ingresa un nuevo tipo, aumenta la posibilidad de que una persona que haya tenido uno de los otros tipos, si es infectada nuevamente contraiga el dengue hemorrágico. El verano facilita la procreación del mosquito y las lluvias que cayeron en Argentina, de características casi tropicales, con volúmenes superiores a los históricos, en diciembre y lo que va de enero, aumentan la posibilidad de un brote.
El insecto transmisor, que para reproducirse necesita agua limpia y estancada, está presente en los lugares menos sospechables, como un pequeño vaso de plástico abandonado, hasta una alcantarilla, esto hace al riesgo más cerca de lo imaginable. El 90 por ciento de las personas se infectan dentro de sus hogares, los bebederos de las mascotas y los platillos que se suelen colocar debajo de las macetas para plantas, son el lugar ideal para más de la mitad de los criaderos de larvas de este mosquito transmisor del dengue. Pero los mosquitos pueden reproducirse también en zonas abandonadas o en los alrededores de zonas industriales donde se acumulan residuos como bolsas de plástico. Los repliegues de las bolsas donde se almacena el agua de lluvia, pequeños recipientes y botellas descartables son un cuna ideal para las larvas. Las piletas de natación, si son filtradas adecuadamente y cuentan con un tratamiento químico adecuado, no son un riesgo
Lo más importante es comprender que el dengue, auque se le parezca, no es una gripe pasajera. El paciente que ha padecido dengue común, a diferencia de otras enfermedades, no queda inmunizado, por el contrario, queda expuesto en el futuro a sufrir un episodio más grave, el de dengue hemorrágico, que como decimos, puede ser mortal.
Afortunadamente, Argentina tiene una oportunidad de anticiparse y evitar que la epidemia se produzca, pero esto no es solo responsabilidad de las autoridades. La participación ciudadana en la eliminación de reservorios de agua en las cercanías de sus casas es determinante. Para ratificar esta afirmación, basta recordar, que el radio de influencia de este peligroso mosquito, en toda su vida, es de solamente 100 metros del lugar de nacimiento. Esta es la razón que hace imprescindible la participación ciudadana para erradicarlo
ENFERMEDAD CELIACA
También llamada Enteropatía por gluten o Esprue celiaco o Esprue no tropical. Es una enfermedad en la que existe una alteración de la mucosa intestinal, que desaparece al retirar los alimentos que contienen gluten (el gluten es una proteína que contiene la harina de la mayor parte de los cereales)
¿Cuál es la causa?
No se conoce exactamente pero se sabe que la lesión intestinal se debe a una reacción anormal del Sistema Inmune (conjunto de sistemas defensivos del organismo frente a sustancias y agentes extraños) frente al gluten de la dieta en personas predispuestas.
¿Es hereditaria?
Se conoce desde hace años, que cuando existe un enfermo, en una familia aumenta el riesgo de que algún otro miembro desarrolle la enfermedad, sobre todo en los parientes de 1º grado (padres, hijos y hermanos). Por tanto, está claro de que existe una predisposición hereditaria , aunque no se conoce exactamente la forma en que se transmite esa predisposición. Lo que se sabe actualmente es lo siguiente: la herencia de ciertos genes (elementos básicos que transmiten los caracteres hereditarios) condicionan, a través de unas proteínas que existen en la superficie de las células, llamadas HLA, una respuesta especial del Sistema Inmune frente al gluten, provocando finalmente una lesión de las células de la mucosa del intestino delgado, en relación con determinadas circunstancias ambientales. Los HLA más frecuentes en los pacientes con E.C. son el HLA DQ2, DR3 Y B8
¿Cómo se manifiestan?
Desde hace años, conocemos que la lesión intestinal es muy variable desde, afectación muy leve de la mucosa, a una lesión masiva de todo el intestino delgado y de aquí que las manifestaciones clínicas sean también enormemente variables. Algunos pacientes no tienen ningún tipo de síntomas, otros presentan manifestaciones muy leves, otros moderadas y otros presentan una alteración muy intensa de la absorción de los alimentos, con posibilidad de complicaciones graves. Los síntomas más frecuentes son digestivos: diarrea, molestias abdominales, gases, hinchazón.
En otras ocasiones son, síntomas generales: pérdida de peso, retraso en el crecimiento en niños, dolores de cabeza, dolores en los huesos o en los músculos, fatiga, irritabilidad, depresión. La mayor parte de las veces estos síntomas obedecen a otras causas y por tanto no suelen relacionarse con la enfermedad celiaca.
A veces, se presenta la enfermedad en relación con alteraciones de los análisis, sobre todo: hierro bajo, anemia, disminución del calcio, aumento de la glucosa (diabetes), alteración de pruebas tiroideas, alteración de P. F. Hepáticas o disminución de la IgA.( Proteína especial producida por el sistema inmune para defender las mucosas).
En muchas ocasiones, el diagnóstico se hacer después de haber sido diagnosticado otro miembro de la familia.
En otros casos se diagnostican a partir de enfermedades asociadas a la celiaca, como la Dermatitis herpetiforme (lesiones de la piel que producen mucho picor). Diabetes tipo I, Sd. de Down, Tiroiditis. Enfermedades hepáticas autoinmunes, tetania, epilepsia, etc
¿Cómo se diagnostica?
Lo importante es la sospecha, a partir de algunos de los datos anteriores, se suelen hacer análisis generales y análisis especiales (Antitransglutaminasa) (ATGt ) y si éstos son positivos, la enfermedad es probable ( un 90% de los ATGt pacientes tienen estos anticuerpos positivos); pero aún no existe un diagnóstico de seguridad, que se realizará tomando una biopsia intestinal, habitualmente mediante una Gastroscopia.
La Gastroscopia y la biopsia intestinal son poco molestas en general y prácticamente exentas de riesgo. Consiste en introducir un tubo por la boca con sistema óptico en la punta, que permite ver el interior del esófago, estómago y duodeno en un monitor de televisión. Las biopsias se toman del duodeno (primera parte del intestino delgado), con una pequeña pinza que no produce ningún tipo de dolor. Tras analizar las biopsias al microscópico, se confirmará o no la enfermedad en la que suele haber una lesión mayor o menor de la mucosa (capa superficial del interior del intestino delgado), relativamente característica de la enfermedad.
Si los anticuerpos antitranglutaminasa son negativos en principio se descarta la enfermedad aunque, si los síntomas o signos orientan mucho hacia la E.C., puede estar indicada la biopsia intestinal, puesto que existe el 10 % de casos o más en los que los anticuerpos antitransglutaminasa son negativos
¿Cómo se trata?
Se debe eliminar totalmente los alimentos que contienen gluten, es decir, todos aquellos elaborados con harina de trigo y (escanda), centeno, avena y cebada. El maíz, el arroz, y el resto de los vegetales así como las carnes, pescados y lácteos no contienen gluten. Si se hace bien la dieta, la recuperación suele ser muy rápida, desapareciendo la totalidad de los síntomas y recuperando el peso y el bienestar físico. En algunos casos, pueden persistir síntomas digestivos leves, pero en general, si la recuperación no es completa es porque no se realiza bien la dieta. La dificultad para cumplir bien la dieta proviene habitualmente de los alimentos elaborados: es fundamental asegurarse de que están exentos de gluten.
A veces, inicialmente, también se requiere el aporte de vitaminas, calcio, hierro y complementos alimenticios, siempre bajo prescripción del médico.
¿Puede producir complicaciones?.
Diagnosticada a tiempo y haciendo bien la dieta sin gluten, no suele haber ningún tipo de complicaciones. Sin embargo, el no cumplimiento de la dieta puede conducir a distintas complicaciones: déficit vitamínicos, hierro bajo, osteoporosis, etc. Existe un ligero aumento del riesgo de cáncer, sobre todo linfomas intestinales, que probablemente se elimina realizando la dieta sin gluten estricta.
Algunos pacientes que no responden, a pesar de que aparentemente realizan la dieta adecuadamente, suele ser debido que inadvertidamente siguen ingeriendo gluten; pero en algunos casos se puede producir lesión intestinal que no mejora a pesar de la dieta sin gluten (Esprue refractario, yeyunitis…)
¿Cuál es la causa?
No se conoce exactamente pero se sabe que la lesión intestinal se debe a una reacción anormal del Sistema Inmune (conjunto de sistemas defensivos del organismo frente a sustancias y agentes extraños) frente al gluten de la dieta en personas predispuestas.
¿Es hereditaria?
Se conoce desde hace años, que cuando existe un enfermo, en una familia aumenta el riesgo de que algún otro miembro desarrolle la enfermedad, sobre todo en los parientes de 1º grado (padres, hijos y hermanos). Por tanto, está claro de que existe una predisposición hereditaria , aunque no se conoce exactamente la forma en que se transmite esa predisposición. Lo que se sabe actualmente es lo siguiente: la herencia de ciertos genes (elementos básicos que transmiten los caracteres hereditarios) condicionan, a través de unas proteínas que existen en la superficie de las células, llamadas HLA, una respuesta especial del Sistema Inmune frente al gluten, provocando finalmente una lesión de las células de la mucosa del intestino delgado, en relación con determinadas circunstancias ambientales. Los HLA más frecuentes en los pacientes con E.C. son el HLA DQ2, DR3 Y B8
¿Cómo se manifiestan?
Desde hace años, conocemos que la lesión intestinal es muy variable desde, afectación muy leve de la mucosa, a una lesión masiva de todo el intestino delgado y de aquí que las manifestaciones clínicas sean también enormemente variables. Algunos pacientes no tienen ningún tipo de síntomas, otros presentan manifestaciones muy leves, otros moderadas y otros presentan una alteración muy intensa de la absorción de los alimentos, con posibilidad de complicaciones graves. Los síntomas más frecuentes son digestivos: diarrea, molestias abdominales, gases, hinchazón.
En otras ocasiones son, síntomas generales: pérdida de peso, retraso en el crecimiento en niños, dolores de cabeza, dolores en los huesos o en los músculos, fatiga, irritabilidad, depresión. La mayor parte de las veces estos síntomas obedecen a otras causas y por tanto no suelen relacionarse con la enfermedad celiaca.
A veces, se presenta la enfermedad en relación con alteraciones de los análisis, sobre todo: hierro bajo, anemia, disminución del calcio, aumento de la glucosa (diabetes), alteración de pruebas tiroideas, alteración de P. F. Hepáticas o disminución de la IgA.( Proteína especial producida por el sistema inmune para defender las mucosas).
En muchas ocasiones, el diagnóstico se hacer después de haber sido diagnosticado otro miembro de la familia.
En otros casos se diagnostican a partir de enfermedades asociadas a la celiaca, como la Dermatitis herpetiforme (lesiones de la piel que producen mucho picor). Diabetes tipo I, Sd. de Down, Tiroiditis. Enfermedades hepáticas autoinmunes, tetania, epilepsia, etc
¿Cómo se diagnostica?
Lo importante es la sospecha, a partir de algunos de los datos anteriores, se suelen hacer análisis generales y análisis especiales (Antitransglutaminasa) (ATGt ) y si éstos son positivos, la enfermedad es probable ( un 90% de los ATGt pacientes tienen estos anticuerpos positivos); pero aún no existe un diagnóstico de seguridad, que se realizará tomando una biopsia intestinal, habitualmente mediante una Gastroscopia.
La Gastroscopia y la biopsia intestinal son poco molestas en general y prácticamente exentas de riesgo. Consiste en introducir un tubo por la boca con sistema óptico en la punta, que permite ver el interior del esófago, estómago y duodeno en un monitor de televisión. Las biopsias se toman del duodeno (primera parte del intestino delgado), con una pequeña pinza que no produce ningún tipo de dolor. Tras analizar las biopsias al microscópico, se confirmará o no la enfermedad en la que suele haber una lesión mayor o menor de la mucosa (capa superficial del interior del intestino delgado), relativamente característica de la enfermedad.
Si los anticuerpos antitranglutaminasa son negativos en principio se descarta la enfermedad aunque, si los síntomas o signos orientan mucho hacia la E.C., puede estar indicada la biopsia intestinal, puesto que existe el 10 % de casos o más en los que los anticuerpos antitransglutaminasa son negativos
¿Cómo se trata?
Se debe eliminar totalmente los alimentos que contienen gluten, es decir, todos aquellos elaborados con harina de trigo y (escanda), centeno, avena y cebada. El maíz, el arroz, y el resto de los vegetales así como las carnes, pescados y lácteos no contienen gluten. Si se hace bien la dieta, la recuperación suele ser muy rápida, desapareciendo la totalidad de los síntomas y recuperando el peso y el bienestar físico. En algunos casos, pueden persistir síntomas digestivos leves, pero en general, si la recuperación no es completa es porque no se realiza bien la dieta. La dificultad para cumplir bien la dieta proviene habitualmente de los alimentos elaborados: es fundamental asegurarse de que están exentos de gluten.
A veces, inicialmente, también se requiere el aporte de vitaminas, calcio, hierro y complementos alimenticios, siempre bajo prescripción del médico.
¿Puede producir complicaciones?.
Diagnosticada a tiempo y haciendo bien la dieta sin gluten, no suele haber ningún tipo de complicaciones. Sin embargo, el no cumplimiento de la dieta puede conducir a distintas complicaciones: déficit vitamínicos, hierro bajo, osteoporosis, etc. Existe un ligero aumento del riesgo de cáncer, sobre todo linfomas intestinales, que probablemente se elimina realizando la dieta sin gluten estricta.
Algunos pacientes que no responden, a pesar de que aparentemente realizan la dieta adecuadamente, suele ser debido que inadvertidamente siguen ingeriendo gluten; pero en algunos casos se puede producir lesión intestinal que no mejora a pesar de la dieta sin gluten (Esprue refractario, yeyunitis…)
LA FIEBRE AMARILLA
La fiebre amarilla, o vómito negro (también llamada la Plaga Americana), es una enfermedad viral aguda e infecciosa causada por "el virus de la fiebre amarilla", que pertenece a la familia de los Flaviviridae, y del género Flavivirus amaril.[3] Es una causa importante de enfermedad hemorrágica en muchos países de África y Sudamérica, a pesar de la existencia de una vacuna efectiva. Lo amarillo de la enfermedad se refiere a los signos de ictericia que afectan a algunos pacientes.
HISTORIA
La fiebre amarilla ha sido una fuente de epidemias devastadoras en el pasado. Soldados franceses fueron atacados por fiebre amarilla durante la Revolución Haitiana de 1802, en donde más de la mitad de la milicia murió por razón de la enfermedad.[5] Cada nuevo brote era seguido por miles de muertes en las localidades del hemisferio occidental, hasta que las investigaciones, incluyendo aquellas con voluntarios humanos (algunos de los cuales fallecieron), conllevó al entendimiento del modo de transmisión a los humanos (principalmente por mosquitos) y el desarrollo de una vacuna, junto con otros esfuerzos preventivos al comienzo del siglo XX.
A pesar de la costosa aparición de conocimientos por el médico cubano Carlos Finlay y el médico estadounidense Walter Reed, y muchos otros en los últimos 100 años, varias poblaciones no-vacunadas en muchas naciones en desarrollo del África y Sudamérica, continúan en gran riesgo.[6] Para 2001, la Organización Mundial de la Salud estima que la fiebre amarilla causa 200.000 enfermedades y unas 30.000 muertes cada año en poblaciones no-vacunadas.[7]
TRATAMIENTO
No existe tratamiento eficaz para la fiebre amarilla, justificando la importancia de la vacunación. En los casos graves está indicado el tratamiento sintomático y de soporte, particularmente la rehidratación y el control de posible hipotensión. La mortalidad global es del 5% en poblaciones indígenas de regiones endémicas, aunque en los casos graves, en epidemias o entre poblaciones no indígenas, hasta el 50% de los pacientes pueden fallecer. Ciertos casos resultan en insuficiencia renal aguda por lo que la diálisis es importante para el tratamiento renal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario